jueves, 23 de enero de 2014

Ruta del Bakalao. Sesiones enlatadas e himnos generacionales

Contraseña Records
Una de las consecuencias inmediatas de la mencionada «cultura del parking» fue el deseo, por parte de los jóvenes que preferían el bullicio de los aparcamientos a la catarsis previo pago de las discotecas, de hacerse con copias de la misma música que los disc-jockeys pinchaban en los locales: aunque los atronadores graves de aquellos ritmos machacones eran perfectamente audibles desde el exterior, no alcanzaban el volumen suficiente para convertir los parkings en una especie de sala B discotequera del botellón.

En los años de explosión masiva de la Ruta –el período que va de 1986 a 1991–, ése era un sueño imposible: casi todos aquellos discos eran de importación, caros e, incluso, inaccesibles para la mayoría, y había muy pocas tiendas en los que pudiesen ser adquiridos.

Las únicas discográficas dedicadas a esta música, Blanco y Negro y Max Music, radicadas ambas en Barcelona, se centraban en la vertiente más comercial de la música de baile y sus referencias no terminaban de colmar las expectativas de los makineros.

De hecho, hasta que se fundó Contraseña Records en 1991, no existió una discográfica cien por cien local, que canalizase lo que acabó por conocerse como «el sonido de Valencia». La solución, así pues, debía provenir del mismísimo corazón de la movida.

Fuente: Catálogo Exposición Ídolos Pop




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