jueves, 19 de diciembre de 2013

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martes, 17 de diciembre de 2013

El flower power y la psicodelia

Swinging London
El Swinging London se convirtió en el modelo de esta inesperada revolución en las costumbres y centro emisor de la música pop, en donde los Beatles y los Rolling Stones, como máximos iconos, se enfrentaban publicitariamente y competían con sus melenas, trajes de chaqueta de cuello mao, diseñados por Yves Saint Laurent, y sonidos eléctricos, por la supremacía musical en el nuevo mercado juvenil.

Sobrevolándolos, al otro lado del Atlántico, el transcendental profeta mediático del compromiso prêt-à-porter, Bob Dylan, surgía del folk y, tras un accidente de moto, veía la luz al rock eléctrico. Él cambió la idea que hasta entonces se tenía de la música folk, rock y pop. Primero como músico folk, imitador compulsivo de Woody Guthrie, triunfó con el bíblico Blowing in the wind, y tras influir en los grupos ingleses con su letras torrenciales, una verborrea surrealista imparable y un tono mesiánico insufrible, se reconvirtió en un cantante de rock, electrificando sus melodías country. Fue un camaleón musical e ideológico sin precedentes.

The Who
Like a Rolling Stone y Lady of the Lowlands cambió el concepto tradicional de las canciones pop de tres minutos por temas que podía superar los diez, haciéndolas realmente hermosas. Perfectas para un viaje de LSD.

Sobre la cresta de una ola, los surfistas del pop entonaban sus coros angélicos, encabezados por los Beach Boys y seguidos por los grupos jipis de la soleada California: Mamas and the Papas y Jefferson Airplane. En la Costa Este, Lovin´ Spoonful y Sonny and Cher, impregnados del sonido de Phil Spector contagiaban con su bonitas canciones a The Monkees y demás grupos fabricados a la carta. Una música que, unida a las drogas, dio lugar a la psicodelia, con sus vestimentas jipis de colores ácidos y recurrentes melopeas musicales en donde no podía faltar el sitar de Ravi Shankar.

 En Inglaterra, emergieron multitud de bandas como los irónicos Kinks y los desmadrados Who, trovadores almibarados pero comprometidos como Donovan y, tras el estallido psicodélico y el infantil ataque sinfónico de Procol Harum y los Moody Blues, el genial Jimi Hendrix. 

Jimi Hendrix.
Finaliza la década con las drogas duras, el Flower Power y Janis Joplin. La moda jipi se decantó por las tiernas baladas de James Taylor y el perfume feminista de Carole King. La guitarra chicana de Santana y las dulzuras vocales del folk-rock de Simon & Garfunkel. Y en su estela, multitud de cantantes y bandas miméticas que iban desapareciendo tras un instante de esplendor sonoro. Imágenes transparentes de la evolución del ídolo pop en ese perpétuo cambio que son las generaciones.

Fuente: Catálogo Exposición Ídolos Pop

lunes, 16 de diciembre de 2013

La generación Beat

Montgomery Clift
La rebeldía juvenil está ligada a un fenómeno literario y vital, la generación Beat, por entonces muy minoritario pero cuya influencia se manifestó esencial en la evolución de la música pop. Quien la prefigura en el cine es el actor Montgomery Clift, el primero de los ídolos problemáticos del cine.

Como manifestaba Jack Kerouac, en la generación de posguerra había «como una especie de fracaso, un cansancio, por todas las formas y convenciones del mundo…» Y Clift lo personificó en el soldado altruista en el Berlín posbélico de Los ángeles perdidos (1948).

En Advertisements for Myself, de 1959, Norman Mailer escribía que, para el hipster, atemorizado por la amenaza de la bomba atómica: «la única respuesta vital es aceptar los términos de la muerte, vivir con la muerte como peligro inmediato, divorciarse de la sociedad, existir sin raíces, embarcarse en un viaje desconocido en los imperativos rebeldes del propio ser».

Este nihilismo de posguerra y su pasión por el be-Rop y la heroína fue adoptado por los beatniks y, posteriormente, por los rebeldes sin causa que descubrían la libertad sexual, el pacifismo y las drogas alucinógenas a medida que pasaban de una cultura teen al compromiso político contra la guerra del Vietnam y la contracultura, y la sincopada música popular daba paso a una explosión de estilos musicales que hasta entonces estaban contenidos en el rock and roll.

James Dean

Montgomery Clift fue el primero en interpretar ese malestar posbélico: el inconformismo. El nacimiento de una nueva sensibilidad y un tipo de comportamiento sexual, todavía no muy explícito, que hasta entonces habían permanecido en una zona de penumbra, estigmatizado socialmente.

Además, la aparición de Monty Clift anuncia el nacimiento del héroe adolescente (el teenager), con la aureola romántica de un nuevo tipo de ídolo moderno inadaptado a la cultura dominante (el rebelde). Paradoja singular, porque era la primera generación que había crecido en un estado de bienestar en aumento, que disponía de poder adquisitivo para gastar en ocio y tiempo para perderlo gracias a la bonanza económica de la posguerra.



 
Monty Clift es un eslabón que utiliza Hollywood para atraer al público juvenil al cine, potenciando el mito del joven insatisfecho. Un malestar que se manifiesta en su vida dislocada, acuciado por el dilema de aceptar su homosexualidad. Problemática similar a la de James Dean, que también la mantuvo oculta, y cuya insatisfacción traducía el sentimiento de angustia vital tanto en sus tres personajes cinematográficos, como en su vida.

Marlon Brando
Marlon Brando, en ¡Salvaje! (1953), redondearía el héroe rebelde con la indumentaria del motero: chupa de cuero, blue jeans, gorra de plato de los fans de la Harley-Davidson y una actitud cool, típicamente beat. De la película ha quedado una frase mítica que utilizaban los beatnicks de forma irónica. A la pregunta de una de las chicas, «¿Y tú contra qué te rebelas», Johnny, respondía: «¿Te interesa?»




Fuente: Catálogo Exposición Ídolos Pop

viernes, 13 de diciembre de 2013

El Punk, transgresión y evolución musical

Sex Pistols
En los años 50, el adjetivo «punk» se aplicaba a los jóvenes urbanos maleantes y pendencieros; adolescentes sin disciplina ni autocontrol que, como se mostraba en el cine de Hollywood, eran víctimas de la sociedad. En el origen del punk musical como movimiento revivalista, de vuelta al rock duro, simple y primigenio, están los New York Dolls, pioneros del rock sucio, el glam-rock y las formas obscenas, factores que influyeron en los grupos de la primera ola punk.

Malcolm McLaren se interesó por ellos y les produjo su último disco repleto de hoces y martillos, rollo punk, pero ante el fracaso comercial, buscó a un grupo inglés más adecuado para provocar con su desbordante imaginación promocional: los Sex Pistols.


El punk fue una vuelta a los orígenes, a las raíces roqueras de la música joven, y, también, una pseudo filosofía nihilista en forma de revuelta urbana –la enésima– contra las convenciones sociales y las limitaciones que la autoridad y el orden imponen a los jóvenes. En esta rebeldía, se apuntaba contra la música comercial y la estética dominante, con una voluntad transgresora fascista, al utilizar la simbología nazi, de infausto recuerdo para sus padres.

Bono U2
Cambiaba el estilo vestimentario, los pelos y los piercings, pero no las provocaciones contra la moral, el buen gusto y las tradiciones, como ya ocurriera con el rock´n´roll y, posteriormente, con los friquis dadaístas y los grupos del glam-rock. Los punks eran sus herederos directos y reaccionaban con furia contra lo establecido, ante el horror general y la publicidad gratuita que recibían, convertidos por la prensa en la noticia escandalosa del día. También hubo ciertos grupos, como The Clash, que canalizaron su furia en la ideología anarquista, en sintonía con los movimientos okupas, anticapitalistas y antiglobalización.

El embrión se encuentra en los grupos garaje norteamericanos de los años 60 y en los primeros Kinks, Troggs y Who, cuyas canciones contundentes y furiosas marcaron a los Clash y los Ramones, los dos polos opuestos del punk, el primero militante de izquierda radical y el segundo próximo al liberalismo, defensores de la libertad y el individualismo, así como del singular Elvis Costello, que en sus comienzos tenía la furia vengadora del punk mezclada con la nostalgia por el rock de Elvis Presley, de quien tomó el nombre, y la apariencia de Buddy Holly.

Dentro de la simplicidad musical de las bandas de punk, sobresalieron músicos más convencionales como Ian Dury, que mezclaba el rock con el funky y el rap con la música jamaicana. La influencia del ska dio lugar a la honda más gamberra y bailable de Madness, The Specials y Bad Manners, y la fusión con el reggae de Bob Marley tuvo efectos sorprendentes sobre UB40, Third World y The Police, la banda inglesa más exitosa de la new wave y su cantante, Sting, en el más pretencioso líder progre, junto con Bono, de U2.

The Cure
Queda, de fondo, la onda más siniestra y gótica del punk, cuyos máximos exponentes fueron, en su radicalidad, aquellos que permanecieron fieles al nihilismo del ideario punk, aunque no despreciaron ni las ventas ni la promoción en los canales abiertos por la new wave: Joy División, New Order, Bauhaus, Siouxsie & The Banshees y The Cure abrieron el camino a Cocteau Twins y Echo & the Bunnymen.

Durante los años de formación del punk, en plena era de la música disco y los grandes conciertos de los dinosaurios del rock, irrumpe la música reggae y su mayor estrella, Bob Marley, que en pocos años cambió la moda musical y capilar de forma sustancial, como ya lo hiciera en los años 50 el calipso de Harry Belafonte.

Realmente, tanto el calipso como la samba brasileña y el blues son de origen yoruba, procedentes de la Costa de los esclavos, en el Golfo de Guinea, llevados por los esclavos de los pueblos de Nigeria, Benín y Togo. El calipso de Trinidad evolucionó en los años treinta en competiciones de ingenio entre cantantes que rivalizaban en repentizar con elocuencia los versos satíricos más lacerantes, similar a las disputas de versos de los raperos actuales. A menudo eran censurados por las autoridades por indecentes o subversivos. Una continuidad lógica que seguirá con el ska y el reagge.

Fuente: Catálogo Oficial Exposición Ídolos Pop

jueves, 12 de diciembre de 2013

Repaso por la historia del rock valenciano

En Valencia, Los Milos y Los Pantalones Azules ya competían en las actuaciones de radio y las matinales de rock de los domingos del teatro Principal desde 1958. El primero era un trío formado por Emilio Baldoví, Vicente Castelló y Salvador Blesa. Un dato que se repite pero que el propio Raimon ha desmentido es que renunció a ser el cuarto componente de Los Milos, prefiriendo seguir su carrera en solitario, alejado de la música de rock.

Raimon, también de Xàtiva como Bruno Lomas, tenía un estilo similar al de los urlatori de la canción italiana. El «grito», esencial en el nacimiento del rock´n´roll, le distinguía de los demás cantautores y componentes de la Nova Cançó, influidos por la chanson francesa. Similar era el grito de denuncia social del cantautor de origen valenciano Paco Ibáñez, que adaptó a los poetas clásicos y contemporáneos españoles con su particular estilo desgarrado, entre el grito de Raimon, la guitarra de Brassens y la canción religiosa del Pere Duval.

Los Milos ganaron el concurso En pos de la fama, organizado por Radio Valencia, y grabaron su primer epé en 1960 con cuatro rocks cantados en español. Be bop a lula y Baila el rock conmigo se convirtieron en los primeros rocanroles en español que sonaron por la radio con enorme éxito. Actuaron en la costa italiana el verano de 1960, y obtuvieron el Disco de Oro en 1961 por la venta de 1.000 copias, y llegaron a tener un nutrido club de fans de milongas, enfrentadas a las dinámicas, mucho más numerosas y concienciadas.


Las guitarras eléctricas que lucen en las portadas de los discos se las hicieron en una fábrica de guitarras de Massanassa a las que acoplaron unas pastillas. Grabaron dos discos más, y tras su actuación en Valencia junto a Johnny Hallyday, su mánager, Johnny Stark, lo contrató para actuar en el Olympia de París.

Emilio Baldoví, junto a distintos miembros de grupos valencianos, Pipo y Sento, procedentes de Los Diávolos, Lucho, del Quintento de Colores, y Cuco, del Cuarteto 8 Menos Cuarto marcharon a París como los Estrellas de Fuego.

Tras una mala temporada sin contratos ni actuaciones, gracias a un amigo, consiguen actuar en el prestigioso Club de Golf Druot, donde cambió su estrella. Después de actuar en el circuito de clubs y salas de fiestas consiguieron que el dueño del Olympia de París, Bruno Coquatrix, los contratase para actuar, no sin antes grabar un disco con una filial de Barclay, la casa Bel-Air, imprescindible para entrar en el sancta santorum de la música pop francesa, con una versión roquera de Perfidia.

Bruno Lomas puede considerarse como el primer icono moderno de la música pop española, al estilo de los mitos del rock´n´roll. Atrás quedaban Chico Valento, Rocky Kan y Mike Ríos, cuyas carreras o se disolvieron, o tomaron otros derroteros dentro de la música pop.

El granadino Mike Ríos fue uno de los pocos ídolos juveniles que triunfaron en solitario, primero acompañado por Los Relámpagos y luego por Los Sonor. En su etapa roquera, grabó numerosas canciones del repertorio internacional. Popotitos, en la línea de los Teen Tops; baladas de Johnny Hallyday como "Detén la noche" y, tras un apoteósico regreso musical con El río y Vuelvo a Granada, ya como Miguel Ríos, conquistó el mercado internacional Himno a la Alegría, que fue número uno en las listas de medio mundo.


Fuente: Catálogo Exposición Ídolos Pop

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Diseño gráfico e interiorismo de la Ruta del Bakalao

Aunque ha pervivido en el recuerdo fundamentalmente por las novedosas sonoridades que introdujo y por su reivindicación del éxtasis, la Ruta del Bakalao se convirtió, además, en un importante motor económico para la zona y en una espectacular impulsora de las artes. La súbita multiplicación de salas de baile, tanto de nuevo cuño como mediante la rehabilitación de espacios preexistentes, así como la necesidad de promocionar masivamente sus propuestas musicales, aglutinó en torno a la Ruta a un nutrido grupo de diseñadores gráficos e interioristas, que terminaron por definir la estética de toda una generación.

En efecto, las discotecas acabaron por devenir marcas y empezaron a utilizar herramientas de marketing más propias de emporios industriales que de meros locales de ocio nocturno: logotipos, carteles, flyers y merchandising se convirtieron en iconos recurrentes e identificables, en elementos capitales para la singularización de cada oferta y para el mantenimiento de su presencia en la capital, en especial, al encontrarse muchas de ellas alejadas geográficamente de Valencia. Para ello, se recurrió al talento de multitud de artistas emergentes que trajeron consigo las estéticas y tendencias que habían definido a las principales salas de baile del mundo durante la transición de los 70 a los 80.

Dentro del campo del interiorismo, alcanzaron relevancia diseñadores como Nacho Moscardó, que inició su trayectoria en torno a 1974, y cuya obra destacó por su original diseño de luces, por su singular aspecto gráfico y por las influencias del diseño italiano, con resultados eclécticos y barrocos siempre sorprendentes. Chocolate Cream, Triplex, Lucciolato, Dream´s Village u Opera fueron algunos de los locales que dieron fe de su trascendental aportación con el auge del diseño posmoderno.

También capital en este ámbito fue el trabajo de Janfri Design, interiorista valenciano autor de diversos locales de ocio en los 80 y de magníficos diseños hi-tech en la década de los 90: salas como Público, Puzzle, Esplai o Carmen Sui Generis son excelentes ejemplos de su concepción de la arquitectura de interiores, caracterizada por la combinación de materiales sobrios y limpios, con un amplio despliegue tecnológico y con impresionantes proyecciones de luz. Colaboró habitualmente con muchos artistas de otras disciplinas, como Gonzalo Mora o Nacho Ruiz.

Esta decidida apuesta por el diseño como elemento fundamental de la propia propuesta lúdica, partió de los mismos propietarios de las salas: así, Bernardino Solís, socio fundador del emblemático Dúplex y copropietario de un buen número de locales de ocio, encargó a Javier Mariscal y a José Alfonso Morera El Hortelano el diseño de aquel; y Julio Andújar apostó personalmente por traer a Valencia la particular estética de los locales de ocio de la New Wave británica y de la escena underground neoyorquina, fusionando diseños revolucionarios de iluminación y sonido con gráficas de vanguardia en locales como Metrópolis o ACTV.

Numerosos artistas pusieron su talento al servicio de éstas y otras míticas salas, así como al diseño de portadas de discos: tal fue el caso de reputados ilustradores como Daniel Torres, Sento, Micharmut, Manel Gimeno y Mique Beltrán o de diseñadores de la talla de Paco Bascuñán y Quique Company.
 
En el terreno específico del diseño gráfico y la cartelería, destacaron artistas como Eduardo Marín, estrechamente vinculado con la música, la danza y la poética experimental y que dejó su inspirada impronta en el grafismo de discotecas tan importantes como Arena o Chocolate, siendo autor, además, de la gran mayoría de carteles de conciertos internacionales de rock celebrados en Valencia durante la época.
Gonzalo Mora, por su parte, participó en el grafismo de algunos locales emblemáticos, como Público, Carmen Sui Generis o Café Linterna, destacando sobre todo por sus originales tipografías y por la sobriedad formal de sus diseños. Fue muy importante también su labor en el campo de los murales digitales retroiluminados, en locales como Puzzle, 69 Monos o Esplai, en Sueca.

Nacho Ruiz fue un auténtico todoterreno de la movida valenciana: artista, decorador y promotor de fiestas y actividades de ocio, su aportación personal se inicia con sus colaboraciones con la discoteca Arena y continúa en otras salas punteras como Vanessa, Raza, Spook, Alquimia o Apache.
 
El DJ, fotógrafo y artista plástico daBid desarrolló una impresionante trayectoria en los años 80, 90 y primeros 2000, trabajando para empresas y clubes en Valencia, Nueva York y Barcelona, como Etiket, Custo Barcelona, Spook Factory, 69 Monos o Margarita Blue.
 
También destacó por su fecundidad y excelencia la labor del ilustrador Ramón Marcos, autor del diseño original del mítico punky enojado que se convirtió en el emblema de Puzzle, que aportó el mismo estilo de cómic de línea clara —del que había hecho gala en sus historietas para Bésame Mucho y Cairo—, pulcro, preciso y enormemente expresivo, tanto a carteles y flyers, sobre todo, de la discoteca Barraca —aunque fue reclamado también por otras como Chocolate—, como a portadas de discos de bandas locales como la de Julio Galcerá & Mala Seguida.
  
Fuente: Catálogo Exposición Ídolos Pop

martes, 10 de diciembre de 2013

Studio 54, el templo de la música disco

Hasta la disco más pequeña tuvo sus boogie nights, pero donde se vivieron las auténticas noches locas fue en la disco neoyorquina Studio 54. Varios factores la hicieron excepcional: la música que ponían los DJs, los famosos que llenaban la sala VIP del club neoyorquino y la política de entrada al club: los dueños querían que hubiera expectación en la puerta, que la gente suplicara por entrar y que solamente los escogidos por el portero, una mezcla de gente guapa y jóvenes macizos, accedieran a la pista, dispuestos a todo por alternar con los famosos. Y los famosos, por tener carne fresca.


La consigna de Steve Rubell, uno de los propietarios, era: «quiero que todo el mundo sea guapo y divertido». Cuentan que Neil Rogers y Bernard Edwards, del grupo Chic, habían quedado con Grace Jones para producirle su nuevo disco, pero al no apuntar sus nombres en la lista de invitados, el portero no los dejó entrar. Enfurecidos, compusieron Fuck off, trasformada luego en Le Freak, que sonaba en Studio 54 cuando se convirtió en un himno mundial.

En Studio 54 se daba cita la jet set internacional. Eran fijos famosos alcohólicos y pintores veteranos residentes como Truman Capote, Liz Taylor, Liza Minnelli y Dalí, que alternaban con la nueva meritocracia del rock: Mick Jagger y su mujer Bianca Jagger, Michael Jackson y Diana Ross, secundados por Mohamed Ali, Brooke Shields, Warren Beatty, Calvin Klein y Dolly Parton, que una noche de redada tuvo que huir por la escalera de incendios. Triunfar en el escenario de Studio 54 era un trampolín a la fama: allí comenzó su carrera Madonna, Grace Jones estrenó La vie en rose, relanzó su carrera Diana Ross y animaron las noches más turbias Village People y Chic.


En la pista, mientras descendían impresionantes columnas luminosas, giraban los robots y sonaba la mejor música disco del mundo, la gente bailaba enloquecida recortados sobre la imagen del estudio, The Man in the Moon, una Luna que esnifaba coca con una gran cuchara plateada, que se movía rítmicamente. Pero donde realmente se concentraba la acción era en el tercer piso, en la famosa Rubber room, que según cuentan los camareros «era donde las celebridades hacían que Sodoma y Gomorra pareciera una guardería».

La sala VIP, en realidad, estaba en el sótano, con la máquina del millón de Elton John, lugar mítico por ser donde se celebraban las fiestas de los famosos.

Los mayores éxitos que sonaron en Studio 54 fueron I Love the Nightlife, de Alicia Bridges, I Love America, de Patrick Juvet, Let's All Chant, de Michael Zager Band, Y.M.C.A, de Village People, Last Dance, de Donna Summer y Le Freak, de Chic. De allí surgieron los Dj´s que comenzaron a remezclar los discos de los famosos: John Jellybean Benitez, Tom Moulton y Tony Carrasco. El soberbio sonido de Studio 54, parte fundamental de una macrodisco, fue cosa de Richard Long, quien se encargaría de instalar el sonido del Studio 54 de Barcelona, inaugurada el 9 de octubre de 1980.


A los treinta y tres meses de su inauguración, el 4 de febrero de 1980, Studio 54 celebró la muerte de la discoteca más famosa del mundo. Sus dueños, Ian Scharager y Steve Rubell, fueron acusados de defraudar al fisco dos millones y medio de dólares. En el registro que realizó la policía se encontró, escondidos en las paredes, bolsas de basura repletas de dólares y paquetes de cocaína. Pero lo más sorprendente fue que, cuando el FBI le pidió a Rubell los archivadores con las cuentas y los abrieron, en vez de los libros de contabilidad, encontraron un alijo de cocaína. Ese fue el final.

Fuente: Catálogo Exposición Ídolos Pop

Ídolos Pop recibe mas de 15.000 visitas en sólo 10 días

CulturPlaza.com

El Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MuVIM) ha batido su récord de asistencia con el proyecto "Ídolos Pop", que ha registrado 15.574 visitas en solo diez días a las tres exposiciones que integran la propuesta, que abarcan desde Nino Bravo hasta Chimo Bayo, pasando por los años 80 y 90.

La Diputación ha valorado así, en un comunicado, el "gran éxito de afluencia" a la exhibición del proyecto, que constituye "la primera gran exposición que un museo le dedica a la decisiva e influyente aportación de los músicos valencianos al movimiento pop internacional".

Los tres días festivos han conseguido los mayores picos de asistencia, con 3.280 entradas registradas en el día de ayer.

El domingo anterior ya se llegó a 2.405 visitantes y el viernes 6 de diciembre, Día de la Constitución, fue el tercer día con mayor afluencia de público, con 2.316 personas.

La muestra, comisariada por Lluís Fernández, permanecerá en el MuVIM hasta el próximo mes de marzo, aunque tal como avanzó María Jesús Puchalt, diputada de Cultura de la Diputación de Valencia, en la presentación de la exposición, si la respuesta del público "vuelve a desbordar previsiones" se prorrogará como ya se hizo en su día con las muestras de Paco Roca y con "Stop Motion Don't Stop".

lunes, 9 de diciembre de 2013

Los "teenagers". Ídolos musicales de posguerra

El ídolo musical que aparece tras la II Guerra Mundial representa un nuevo modelo de estrella adolescente, ajeno al star-system del cine, en el momento que la televisión pone en jaque a la industria de los grandes estudios de Hollywood y su relación con la estrellas, en franca rebeldía desde comienzos de los años 50.

Su excepcionalidad no reside solamente en su voz, Judy Garland, Mickey Rooney y Diana Durbin, ídolos adolescentes para adolescentes que aparecen durante  la depresión.



Jóvenes trabajadores eran la mayoría de cuantos luchaban por sobresalir en el mercado juvenil. Ellos fueron los primeros que tomaron conciencia de sí mismos como clase de edad y delimitaron sus modelos culturales y el imaginario por el que se autoafirmarían sucesivas generaciones, dentro de la industria del espectáculo, con todos sus derivados mercantiles, hasta configurar la ideología juvenil. Impensable hasta el momento en que los jóvenes consiguen independencia económica y poder adquisitivo para consolidarse como grupo independiente consumidor en las sociedades democráticas.


Esa es la razón por la que sus seguidores se identifican desde entonces con los ídolos de la canción y su mercadería. Los idolatran y copian, desde su estilo de vestir y sus poses  a sus formas de pensar y actuar. Leen cuanto se escribe sobre ellos. Coleccionan sus fotos, películas y discos como estampas milagrosas, reliquias de santos laicos de una nueva iglesia –entre el mercado de masas y el supermercado espiritual– que emerge en los años 50 con el rocanrol y que adquiere estatus de epifanía al revelarse Elvis Presley como Mesías. Un joven camionero que tuvo su oportunidad en un momento de búsqueda de nuevos modelos juveniles y que acabó convertido en el prototipo mítico con quien identificarse.


Esa es la singularidad de la estrella pop: su fugacidad. La estrella cinematográfica crece con el público hasta su consunción, pero no así el ídolo juvenil, que por su propia idiosincrasia está destinado a desaparecer con la generación que lo encumbra. Y si permanece sólo es como reliquia patética de Peter Pan, parodia de sí mismo que trata de revivir en sucesivos revívales nostálgicos a cuál más ridículo.

Fuente: Catálogo Exposición Ídolos Pop

jueves, 5 de diciembre de 2013

El inicio de la cultura juvenil musical



Cinco años antes de la fulgurante aparición de Elvis Presley en la escena musical, Columbia  había patentado el Long Play, un logro de los ingenieros Peter Goldmark y William Savory de la CBS. En 1948, los anticuados discos tombstones –de una goma-laca endurecida llamada vulcanita– fueron sustituidos por los discos de vinilo y una nueva tecnología, la del disco microsurco, cambió radicalmente la industria musical. Que cada disco tuviera diez surcos por milímetro y una velocidad de 33⅓ revoluciones por minuto permitía a los disco de acetato una duración total de cuarenta minutos. Además, el plástico era irrompible, pesaba diez veces menos que el frágil disco de pizarra y tenía una calidad muy superior. En 1956, CBS conseguía grabar discos en Alta Fidelidad e  imponer la Hi-Fi cuatro años después.

En 1949, su más directa competidora, la RCA Víctor, irrumpió en el mercado con un nuevo formato, el Extended Play de 17cm a 45rpm, que requería un tocadiscos incompatible con el disco de 30cm. La guerra de estándares apenas duró dos años. En 1950, RCA decidió editar LP y en 1951 Columbia incorporó los discos de 45rpm a su marca. El acuerdo compatibilizaba los tocadiscos que incorporaban las tres revoluciones.

Los primeros discos de vinilo aparecieron en España a finales de 1953, editados por la fábrica española de discos Columbia, ajena a la Columbia Broadcasting System norteamericana. De aquellos primeros discos de Bing Crosby y Los Cuatro Ases apenas se editaron 300 ejemplares, como consigna en las contraportadas la misma casa discográfica afincada en San Sebastián. En cuanto al parque de nuevos tocadiscos o pick-up, que acabarían sustituyendo a los viejos gramófonos de 78 rpm y los discos de pasta, cinco años después, no sería mayor en aquellos años iniciales del desarrollismo español. 

El 15 de diciembre de 1955, España comienza a salir del aislacionismo e ingresa en la ONU. Entre 1957 y 1959 se impone el Primer Plan de Estabilización Económica, inicio de la modernización de España. En 1956 se inaugura Televisión Española y en 1957 sale al mercado el primer 600 de la fábrica SEAT. En menos de un lustro, la estabilización y el auge del turismo permite el acceso de las clases medias al disfrute de los nuevos electrodomésticos, entre ellos el ligero tocadiscos de maleta y el transistor, que transformarán la forma de vivir y pensar de la generación de posguerra.

Es el inicio de la llamada revolución juvenil, atribuida al estilo de vida norteamericana y a la influencia de la música moderna, iniciada en 1955 con el rock and roll, y al impacto que causaron el cantante Elvis Presley y los ídolos pop en la mentalidad de los jóvenes españoles. 

Es con el auge del rock cuando aumenta en calidad y cantidad el caudal de imágenes procedentes de películas, revistas de fans, tebeos, cromos, postales, carteles de artistas, y, muy en especial, la televisión –ya por entonces en color en Norteamérica– y las portadas de los discos, impresas en la gama de colores más deslumbrantes que pudieran imaginar los jóvenes de la posguerra.

Con ello, nace una nueva estética popular alrededor de estos nuevos cantantes, tan jóvenes como sus consumidores, que ven en ellos y en sus trepidantes melodías nuevos ídolos con quienes identificarse. Una pléyade de estrellas juveniles que poco tienen que ver con los mitos cinematográficos, fabricados por los estudios de Hollywood para un público adulto y familiar, que contagiaron, como una epidemia, a los jóvenes europeos. Comenzando por los ingleses, seguidos de alemanes, franceses e italianos que se recuperaban económicamente de la dura posguerra gracias a las ayudas del Plan Marshall. 

En cuanto a la juventud española, apenas hubo que esperar unos años, los que van de 1952 –año de la desaparición de la cartilla de racionamiento–, a 1959, comienzo del desarrollismo, que es el año en el que la música pop española despega y se inicia la revolución juvenil, que anduvo paralela al desarrollo económico y social de la sociedad española.

Ponle la banda sonora a Ídolos Pop

#IdolosDJ
Buscamos Dj´s para ponerle banda sonora a Ídolos Pop. Dinos cuáles son tus preferencias musicales de la época que abarca desde los años 50 hasta los 90 (Pop, Rock o Disco) y publicaremos los vídeos de vuestras canciones en nuestros perfiles de Facebook y Twitter.

Cada mes habrá una canción "ganadora", será aquella que consiga más aceptación ("likes") entre nuestros seguidores. Las canciones más votadas de aquí hasta marzo, pasarán a la "Gran Final" y  lucharán por convertirse en el ¡himno oficial de Ídolos Pop!

Formas para poder participar
Envíanos tu canción por mensaje privado a través de nuestro Facebook o Twitter, o bien, a través de nuestro mail: exposicionidolospop@gmail.com

¡Vamos! Envía tus sugerencias musicales y ponle ritmo a Ídolos Pop

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Vídeo reportaje de la Ruta del Bakalao en La2 Noticias

No te pierdas este vídeo reportaje emitido el pasado lunes en La2 Noticias donde además de entrevistar a Chimo Bayo y a Lluís Fernández, comisario de la exposición, se hace un pequeño análisis del origen y evolución de la Ruta del Bakalao.

Pincha en este enlace para ver el Vídeo Ruta del Bakalao La2 Noticias



martes, 3 de diciembre de 2013

Seguridad Social, el rock canalla que nació en Benetússer

No podía faltar en nuestro blog "Chiquilla" el mítico tema de Seguridad Social, grupo valenciano fundado en 1982 por José Manuel Casany y sin duda, uno de los referentes del rock nacional.

Pásate por el MuVIM y descubre numerosos carteles y portadas de álbumes de Seguridad Social!


Libro de visitas, experiencia Ídolos Pop

Desde hoy ponemos a vuestra disposición un libro de visitas para que podáis plasmar vuestras experiencias musicales y por supuesto, vuestras sensaciones acerca de la exposición Ídolos Pop.

Queremos acompañarte en estos casi cuatro meses que nos quedan por delante y queremos también conocer todas vuestras vivencias musicales de estas últimas décadas.

Muchos de vosotros habréis bailado música de Los Brincos, Los Mustangs o Los Huracanes... en los guateques de los 60. Otros habréis descubierto en la música de  Los Beatles o Los Rolling Stone las influencias musicales británicas que conquistaron el mundo. Quién no se acuerda de la fuerza de los 80 con el surgimiento de grandes músicos y grupos valencianos como Seguridad Social, y seguro que muchos de vosotros visteis amanecer en algunas de las salas más emblemáticas de la costa levantina: Puzzle, Spook, Barraca...

Todos tenéis algo que contar! Esperamos vuestras firmas para hacer entre todos, el mejor libro musical repleto de las mejores experiencias... ¡Las vuestras!



lunes, 2 de diciembre de 2013

Fotografías inauguración "Ídolos Pop"

Alfonso Rus inauguró el pasado jueves en el MuVIM la triple exposición sobre la aportación valenciana al movimiento Pop del museo de la Diputación de Valencia.

Congregadas en torno al mundo del pop, unas 500 personas se dieron cita ayer en el MuVIM en la inauguración de la triple exposición “Ídolos POP”, que rinde tributo a la época dorada de la música desde 1954 a 1994, desde los años de los primeros guateques hasta la Ruta del Bakalao.











(Fotografías: Prensa Dival)







domingo, 1 de diciembre de 2013

Imita a John Travolta en nuestro Cubo Mágico

¿Te gustaría emular a John Travolta como en "Fiebre del Sábado Noche"?

Sólo tienes que venir al MuVIM y pasarte por nuestro Cubo Mágico, una pista de discoteca de los años 70 dentro de un cubo mágico, una sala ambientada como una disco de la época de Travolta, y otro espacio expositivo donde se repasa la revolución que supuso el rock, el glam, la nueva ola valenciana y el fenómeno de la música de baile y las discotecas.

Un periodo intenso de cambios sociales, culturales y musicales, que abarca desde 1954 hasta 1994, y que tienen en Valencia un centro de irradiación de modernidad esencial en la cultura popular.