viernes, 13 de diciembre de 2013

El Punk, transgresión y evolución musical

Sex Pistols
En los años 50, el adjetivo «punk» se aplicaba a los jóvenes urbanos maleantes y pendencieros; adolescentes sin disciplina ni autocontrol que, como se mostraba en el cine de Hollywood, eran víctimas de la sociedad. En el origen del punk musical como movimiento revivalista, de vuelta al rock duro, simple y primigenio, están los New York Dolls, pioneros del rock sucio, el glam-rock y las formas obscenas, factores que influyeron en los grupos de la primera ola punk.

Malcolm McLaren se interesó por ellos y les produjo su último disco repleto de hoces y martillos, rollo punk, pero ante el fracaso comercial, buscó a un grupo inglés más adecuado para provocar con su desbordante imaginación promocional: los Sex Pistols.


El punk fue una vuelta a los orígenes, a las raíces roqueras de la música joven, y, también, una pseudo filosofía nihilista en forma de revuelta urbana –la enésima– contra las convenciones sociales y las limitaciones que la autoridad y el orden imponen a los jóvenes. En esta rebeldía, se apuntaba contra la música comercial y la estética dominante, con una voluntad transgresora fascista, al utilizar la simbología nazi, de infausto recuerdo para sus padres.

Bono U2
Cambiaba el estilo vestimentario, los pelos y los piercings, pero no las provocaciones contra la moral, el buen gusto y las tradiciones, como ya ocurriera con el rock´n´roll y, posteriormente, con los friquis dadaístas y los grupos del glam-rock. Los punks eran sus herederos directos y reaccionaban con furia contra lo establecido, ante el horror general y la publicidad gratuita que recibían, convertidos por la prensa en la noticia escandalosa del día. También hubo ciertos grupos, como The Clash, que canalizaron su furia en la ideología anarquista, en sintonía con los movimientos okupas, anticapitalistas y antiglobalización.

El embrión se encuentra en los grupos garaje norteamericanos de los años 60 y en los primeros Kinks, Troggs y Who, cuyas canciones contundentes y furiosas marcaron a los Clash y los Ramones, los dos polos opuestos del punk, el primero militante de izquierda radical y el segundo próximo al liberalismo, defensores de la libertad y el individualismo, así como del singular Elvis Costello, que en sus comienzos tenía la furia vengadora del punk mezclada con la nostalgia por el rock de Elvis Presley, de quien tomó el nombre, y la apariencia de Buddy Holly.

Dentro de la simplicidad musical de las bandas de punk, sobresalieron músicos más convencionales como Ian Dury, que mezclaba el rock con el funky y el rap con la música jamaicana. La influencia del ska dio lugar a la honda más gamberra y bailable de Madness, The Specials y Bad Manners, y la fusión con el reggae de Bob Marley tuvo efectos sorprendentes sobre UB40, Third World y The Police, la banda inglesa más exitosa de la new wave y su cantante, Sting, en el más pretencioso líder progre, junto con Bono, de U2.

The Cure
Queda, de fondo, la onda más siniestra y gótica del punk, cuyos máximos exponentes fueron, en su radicalidad, aquellos que permanecieron fieles al nihilismo del ideario punk, aunque no despreciaron ni las ventas ni la promoción en los canales abiertos por la new wave: Joy División, New Order, Bauhaus, Siouxsie & The Banshees y The Cure abrieron el camino a Cocteau Twins y Echo & the Bunnymen.

Durante los años de formación del punk, en plena era de la música disco y los grandes conciertos de los dinosaurios del rock, irrumpe la música reggae y su mayor estrella, Bob Marley, que en pocos años cambió la moda musical y capilar de forma sustancial, como ya lo hiciera en los años 50 el calipso de Harry Belafonte.

Realmente, tanto el calipso como la samba brasileña y el blues son de origen yoruba, procedentes de la Costa de los esclavos, en el Golfo de Guinea, llevados por los esclavos de los pueblos de Nigeria, Benín y Togo. El calipso de Trinidad evolucionó en los años treinta en competiciones de ingenio entre cantantes que rivalizaban en repentizar con elocuencia los versos satíricos más lacerantes, similar a las disputas de versos de los raperos actuales. A menudo eran censurados por las autoridades por indecentes o subversivos. Una continuidad lógica que seguirá con el ska y el reagge.

Fuente: Catálogo Oficial Exposición Ídolos Pop

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