Sex Pistols |
Malcolm McLaren se interesó por ellos y les produjo su último disco repleto de hoces y martillos, rollo punk, pero ante el fracaso comercial, buscó a un grupo inglés más adecuado para provocar con su desbordante imaginación promocional: los Sex Pistols.
El punk fue una vuelta a los orígenes, a las raíces roqueras de la música joven, y, también, una pseudo filosofía nihilista en forma de revuelta urbana –la enésima– contra las convenciones sociales y las limitaciones que la autoridad y el orden imponen a los jóvenes. En esta rebeldía, se apuntaba contra la música comercial y la estética dominante, con una voluntad transgresora fascista, al utilizar la simbología nazi, de infausto recuerdo para sus padres.
Bono U2 |
El embrión se encuentra en los grupos garaje norteamericanos de los años 60 y en los primeros Kinks, Troggs y Who, cuyas canciones contundentes y furiosas marcaron a los Clash y los Ramones, los dos polos opuestos del punk, el primero militante de izquierda radical y el segundo próximo al liberalismo, defensores de la libertad y el individualismo, así como del singular Elvis Costello, que en sus comienzos tenía la furia vengadora del punk mezclada con la nostalgia por el rock de Elvis Presley, de quien tomó el nombre, y la apariencia de Buddy Holly.
Dentro de la simplicidad musical de las bandas de punk, sobresalieron músicos más convencionales como Ian Dury, que mezclaba el rock con el funky y el rap con la música jamaicana. La influencia del ska dio lugar a la honda más gamberra y bailable de Madness, The Specials y Bad Manners, y la fusión con el reggae de Bob Marley tuvo efectos sorprendentes sobre UB40, Third World y The Police, la banda inglesa más exitosa de la new wave y su cantante, Sting, en el más pretencioso líder progre, junto con Bono, de U2.
The Cure |
Durante los años de formación del punk, en plena era de la música disco y los grandes conciertos de los dinosaurios del rock, irrumpe la música reggae y su mayor estrella, Bob Marley, que en pocos años cambió la moda musical y capilar de forma sustancial, como ya lo hiciera en los años 50 el calipso de Harry Belafonte.
Realmente, tanto el calipso como la samba brasileña y el blues son de origen yoruba, procedentes de la Costa de los esclavos, en el Golfo de Guinea, llevados por los esclavos de los pueblos de Nigeria, Benín y Togo. El calipso de Trinidad evolucionó en los años treinta en competiciones de ingenio entre cantantes que rivalizaban en repentizar con elocuencia los versos satíricos más lacerantes, similar a las disputas de versos de los raperos actuales. A menudo eran censurados por las autoridades por indecentes o subversivos. Una continuidad lógica que seguirá con el ska y el reagge.
Fuente: Catálogo Oficial Exposición Ídolos Pop
No hay comentarios:
Publicar un comentario