Swinging London |
Sobrevolándolos, al otro lado del Atlántico, el transcendental profeta mediático del compromiso prêt-à-porter, Bob Dylan, surgía del folk y, tras un accidente de moto, veía la luz al rock eléctrico. Él cambió la idea que hasta entonces se tenía de la música folk, rock y pop. Primero como músico folk, imitador compulsivo de Woody Guthrie, triunfó con el bíblico Blowing in the wind, y tras influir en los grupos ingleses con su letras torrenciales, una verborrea surrealista imparable y un tono mesiánico insufrible, se reconvirtió en un cantante de rock, electrificando sus melodías country. Fue un camaleón musical e ideológico sin precedentes.
The Who |
Sobre la cresta de una ola, los surfistas del pop entonaban sus coros angélicos, encabezados por los Beach Boys y seguidos por los grupos jipis de la soleada California: Mamas and the Papas y Jefferson Airplane. En la Costa Este, Lovin´ Spoonful y Sonny and Cher, impregnados del sonido de Phil Spector contagiaban con su bonitas canciones a The Monkees y demás grupos fabricados a la carta. Una música que, unida a las drogas, dio lugar a la psicodelia, con sus vestimentas jipis de colores ácidos y recurrentes melopeas musicales en donde no podía faltar el sitar de Ravi Shankar.
En Inglaterra, emergieron multitud de bandas como los irónicos Kinks y los desmadrados Who, trovadores almibarados pero comprometidos como Donovan y, tras el estallido psicodélico y el infantil ataque sinfónico de Procol Harum y los Moody Blues, el genial Jimi Hendrix.
Jimi Hendrix. |
Fuente: Catálogo Exposición Ídolos Pop
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